Esas pequeñas cosas que nos hacen diferentes y nos enriquecen - una reflexión
Ser británico en España y español en el Reino Unido. Se trata de la mayor paradoja de la diversidad. Nacimos únicos y a partir de allí los diferentes lazos que vamos construyendo a lo largo de la vida nos vuelven más y más complejos. Tejemos cada uno nuestra propia telaraña que sólo como individuos somos -algunas veces con gran dificultad- capaces de desentrañar cuando nos preguntan, "¿de dónde eres?" Sin embargo, vayamos donde vayamos, nos identifican no por las cosas que compartimos sino por las que nos diferencian. Por ser el "Englishman en New York", el españolito en Londres, el matemático en un congreso de filólogos, el vegetariano en las fiestas de San Martín. En mi caso he tenido la oportunidad de vivir en diferentes lugares y continentes. Mi existencia ha sido igual o más internacional que la mayoría de los que hoy prometen en Londres un futuro más global después de romper los lazos políticos y económicos con los 27 países con los que Gran Bretaña tiene ma