En el año 2000 emigré a Madrid. Vine a otro país en busca de estudios, en busca de trabajo. En definitiva, en busca de un futuro que quería que fuera distinto al que tendría en mi propia tierra. Vine por el deseo de aventura, por el afán de autodescubrimiento, por las ganas de rociarme de la libertad y la independencia. No fue mi primera aventura, ya había vivido en Argentina y en Cuba -un año en cada caso-, y desde luego no fue un exilio. Fue una decisión tomada con total libertad y con pleno conocimiento de las alternativas. Las razones que me llevaron a realizar el viaje fueron particulares, y únicas a mi caso, y dispuse del privilegio de ser ciudadano de la Unión Europea, de manera que pude disfrutar de mi libertad sin sobresaltos. No tuve que explicar mis motivos a nadie, y menos al control de fronteras del estado español. Al iniciar mis estudios, conocí a otros tantos jóvenes que habían venido con el mismo deseo de aventura, en muchos casos desde países mucho más lejanos, aunqu
Las opiniones expresadas en este blog son personales y, por tanto, la responsabilidad exclusiva de su autor.