Post Olímpica: 10 maneras de impulsar la excelencia deportiva en Madrid
Madrid aspira a ser olímpico. Propongo que esa aspiración vaya más allá del deseo del actual alcalde de dar un impulso al sector de la construcción en el momento de su declive, y que también se aproveche la ocasión para promover el deporte en la ciudad. Por lo tanto, siguen mis 10 propuestas para que Madrid no sólo sea sede olímpica, sino que sea una de las mejores ciudades del mundo para practicar deporte, y ¿por qué no? para que algunos de sus ciudadanos se coloquen alguna que otra medalla:
1) Promover la práctica de deportes de competencia en los colegios y los institutos, proporcionando las instalaciones y el material deportivo necesarios, así como suficientes horas de la semana dedicadas al deporte.
2) Dar mayores facilidades a la población para practicar deporte en un horario compatible con su trabajo. (Actualmente la mayoría de los centros deportivos madrileños sólo abren en horario laboral de manera que la mayoría de los contribuyentes de la ciudad tienen que acudir a centros privados, muchas veces más caros, más pequeños, y más lejos de su casa o su trabajo).
3) Mejorar la calidad de las instalaciones. Los vestuarios de los polideportivos madrileños son generalmente pequeños, y algunas veces se limpian con menor frecuencia que los suelos de la tasca de la esquina. Las instalaciones, sobre todo en el centro son pequeñas y anticuadas.
4) Democratizar los precios. Actualmente un bono de 10 sesiones en los polideportivos municipales cuesta 35,70€. Teniendo en cuenta que se recomienda practicar deporte como mínimo 3 veces a la semana (entre 12/14 veces al mes), el precio medio por usuario por mes ronda entre los 42 y 50 euros. Más cara que la prima mensual de la sanidad privada, y por lo tanto fuera del alcance de muchos ciudadanos.
5) Aumentar los espacios para la práctica del deporte libre: Asumámoslo. Ir a clases organizadas en un horario cerrado no es una opción realista para muchos ciudadanos que trabajan con una jornada 'flexible' y tienen cada vez menos flexibilidad para el ocio y el deporte. Encontrar, por ejemplo, que en una piscina municipal, sólo hay una calle libre para uso público, y que hay que compartirla con 10 nadadores, da poca muestra del supuesto olimpismo del capital de España. Aún más cuando las tarifas de la natación libre son más altas que las de las clases...
6) Pongámonos al nivel de Francia. Cuando estuve en Montpellier hace pocos años me impresionó la calidad de las instalaciones públicas, muy asequibles y con un nivel muy superior de la mayoría de los clubes privados madrileños, sin mencionar a los públicos. O al nivel de otras ciudades españolas como Barcelona, con instalaciones de excelencia, y no sólo por ser antigua sede olímpica. No paran de construir más y mejores instalaciones.
7) Respetar las instalaciones existentes. Sólo hay que ver las imágenes de las canchas del Polígono de África y de Salvador de Madariaga en el distrito de Ciudad Líneal, publicadas hace poco en el blog de Chus Greciet para entender la poca seriedad con la que el ayuntamiento trata el deporte madrileño.
8) Permitir la práctica del deporte durante todo el año. Actualmente todas las piscinas de natación de la ciudad cierran en el mes de agosto, y muchas también en el mes de julio, justo en el periodo en el que más gente se anima a practicar deporte. Sólo abren las grandes playas urbanas, que no son aptas para la práctica de natación como deporte.
9) Promover el ciclismo. En Londres, muchas empresas cuentan con vestuarios y duchas para permitir a los trabajadores refrescarse después de llegar al trabajo en bicicleta. Podrían dar ejemplo aquí, empezando con las consejerías y edificios municipales. Claro está, tampoco estaría demás construir algún carril ciclista y reducir espacio para los coches, para que Madrid parezca menos a la Ciudad de México, y más a una ciudad europea.
10) Ayudar a compatibilizar el trabajo con el tiempo libre. Ya está demostrado que trabajar 12 horas al día no hace nada para la productividad del país. Persuadir a los empresarios para que den pausas suficientes para que sus trabajadores practiquen deporte, (¿quizás a cambio de menos tiempo para salir a fumar? :-)), sería una excelente medida para mejorar la salud y la deportividad de los madrileños.
1) Promover la práctica de deportes de competencia en los colegios y los institutos, proporcionando las instalaciones y el material deportivo necesarios, así como suficientes horas de la semana dedicadas al deporte.
2) Dar mayores facilidades a la población para practicar deporte en un horario compatible con su trabajo. (Actualmente la mayoría de los centros deportivos madrileños sólo abren en horario laboral de manera que la mayoría de los contribuyentes de la ciudad tienen que acudir a centros privados, muchas veces más caros, más pequeños, y más lejos de su casa o su trabajo).
3) Mejorar la calidad de las instalaciones. Los vestuarios de los polideportivos madrileños son generalmente pequeños, y algunas veces se limpian con menor frecuencia que los suelos de la tasca de la esquina. Las instalaciones, sobre todo en el centro son pequeñas y anticuadas.
4) Democratizar los precios. Actualmente un bono de 10 sesiones en los polideportivos municipales cuesta 35,70€. Teniendo en cuenta que se recomienda practicar deporte como mínimo 3 veces a la semana (entre 12/14 veces al mes), el precio medio por usuario por mes ronda entre los 42 y 50 euros. Más cara que la prima mensual de la sanidad privada, y por lo tanto fuera del alcance de muchos ciudadanos.
5) Aumentar los espacios para la práctica del deporte libre: Asumámoslo. Ir a clases organizadas en un horario cerrado no es una opción realista para muchos ciudadanos que trabajan con una jornada 'flexible' y tienen cada vez menos flexibilidad para el ocio y el deporte. Encontrar, por ejemplo, que en una piscina municipal, sólo hay una calle libre para uso público, y que hay que compartirla con 10 nadadores, da poca muestra del supuesto olimpismo del capital de España. Aún más cuando las tarifas de la natación libre son más altas que las de las clases...
6) Pongámonos al nivel de Francia. Cuando estuve en Montpellier hace pocos años me impresionó la calidad de las instalaciones públicas, muy asequibles y con un nivel muy superior de la mayoría de los clubes privados madrileños, sin mencionar a los públicos. O al nivel de otras ciudades españolas como Barcelona, con instalaciones de excelencia, y no sólo por ser antigua sede olímpica. No paran de construir más y mejores instalaciones.
7) Respetar las instalaciones existentes. Sólo hay que ver las imágenes de las canchas del Polígono de África y de Salvador de Madariaga en el distrito de Ciudad Líneal, publicadas hace poco en el blog de Chus Greciet para entender la poca seriedad con la que el ayuntamiento trata el deporte madrileño.
8) Permitir la práctica del deporte durante todo el año. Actualmente todas las piscinas de natación de la ciudad cierran en el mes de agosto, y muchas también en el mes de julio, justo en el periodo en el que más gente se anima a practicar deporte. Sólo abren las grandes playas urbanas, que no son aptas para la práctica de natación como deporte.
9) Promover el ciclismo. En Londres, muchas empresas cuentan con vestuarios y duchas para permitir a los trabajadores refrescarse después de llegar al trabajo en bicicleta. Podrían dar ejemplo aquí, empezando con las consejerías y edificios municipales. Claro está, tampoco estaría demás construir algún carril ciclista y reducir espacio para los coches, para que Madrid parezca menos a la Ciudad de México, y más a una ciudad europea.
10) Ayudar a compatibilizar el trabajo con el tiempo libre. Ya está demostrado que trabajar 12 horas al día no hace nada para la productividad del país. Persuadir a los empresarios para que den pausas suficientes para que sus trabajadores practiquen deporte, (¿quizás a cambio de menos tiempo para salir a fumar? :-)), sería una excelente medida para mejorar la salud y la deportividad de los madrileños.