Poco Olímpica


Otra vez más - es decir, por tercera vez desde enero-, el Ayuntamiento de Madrid nos recomienda no practicar deporte al aire libre. Afirman el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su consejera de Medio Ambiente, Ana Botella (la misma de las trituradoras de bebés), que esa es la mejor solución al problema de la contaminación en Madrid.

Y es que aquí no hablamos de un tema puramente mediático. Cada mañana desde hace 3 semanas, al salir de casa camino del trabajo, empiezo a toser como un carretero fumador - que no lo soy - por los niveles de contaminación en el aire, una situación que empeora al salir de la estación de Rubén Darío para subirme al autobús 27. Tampoco hace falta hablar con muchas personas para constatar que no soy el único al que le afecte esta dramática situación. Ecologistas en Acción ya ha denunciado la situación y ha exigido medidas al Ayuntamiento, que responde afirmando que sólo se debe al aire africano.

Según los regidores del PP, el mal servicio de los restaurantes no es responsabilidad de los directores de los restaurantes, sino de los camareros mal pagados, y sobre todo de los que proceden de otros países. Según la misma lógica, la contaminación en Madrid no será culpa del Ayuntamiento, sino del continente africano, aunque afecte más a algunas zonas de Madrid que a otras, y los habitantes de Córdoba o de Ciudad Real no tienen ninguna prohibición de practicar deporte.

Hace 2 años, en plena precampaña electoral, el todavía Alcalde en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón, prometió que a partir de 2008, se prohibiría el acceso a la ciudad de los coches más contaminantes. Estamos en 2008, y todo sigue exactamente igual. Mientras tanto, promete que en 2016, Madrid albergará los Juegos Olímpicos. ¿Qué dirá el COI cuando lleguen las atletas, y Ana Botella les salude en el aeropuerto, para luego decirles que por desgracia, no podrán practicar deporte por culpa del continente negro? A este ritmo, la historia de esta ciudad da para muchos episodios más de 'Cuéntame cómo Pasó'.

Entradas populares