Las redes sociales - La democracia en acción
Para millones de norteamericanos, salvando temibles sorpresas de última hora, el miércoles será un día histórico. Si las encuestas no se equivocan, estos ciudadanos se levantarán el miércoles con la total seguridad de que uno de sus amigos en Facebook va a ser el próximo Presidente de Estados Unidos.
Son, en el momento de escribir este post, precisamente 2.364.399 los amigos o 'fans' de Obama en esta Red Social. Por primera vez, Facebook se ha convertido en una herramienta clave para llegar a los votantes, y principalmente a los jovenes, y el resultado será el primer Presidente virtual.
Para mí, que apenas veo la tele, el Obama virtual es el verdadero Obama. El real me parece secundario. No le he oído hablar apenas. En cambio, he encontrado sus lemas y eslóganes en Internet, he leído los mensajes de esperanza y cambio, me ha llegado una multitud de vídeos virales en los que cantantes de hip-hop dan su apoyo al que puede llegar a ser el primer Presidente digital de Estados Unidos.
Una de las principales expertas españolas en comunicación política online, Montse Fernández, ha seguido de cerca la campaña en Estados Unidos y las diferentes estrategias que han seguido los candidatos para recabar apoyos a través de Internet, o para conseguir que vayan a votar. Sólo ayer, los amigos de Barack en las redes sociales recibieron una notificación invitándoles a descargar una aplicación que les permitiera dar dinero a la campaña de Obama. Los simpatizantes que realizaran una segunda donación a través de la web tendrían la posibilidad de ganar entradas a la fiesta de la noche electoral.
Tal y como comenta Montse, el cuidado en hasta el último detalle, la calidad gráfica de los mensajes, y el esfuerzo por llegar a una audiencia perfectamente segmentada supone una verdadera revolución para la ciberpolítica.
Las redes sociales proporcionan a los partidos un control cada vez más directo sobre los mensajes que transmiten a sus electores, aprovechan el poder de la comunidad para que estos mensajes se multipliquen y lleguen a través del 'boca a oreja' a un número cada vez mayor de usuarios. Se trata de una plataforma en la que los usuarios pueden transmitir libremente sus ideas políticas, y en la que se elimina el factor 'tabú' que tenían las conversaciones sobre política en el mundo real. Se prolifera la figura de 'prescriptor' online, sea un blogger, un twittero o simplemente una persona con una gran 'huella social' en Internet, que influye en numerosos subgrupos y subcomunidades dentro de la gran aldea global que es Internet 2.0.
Cuando reviso la lista de amigos de algunos de estos 'prescriptores' en Facebook, me asombra encontrar amigos míos, antiguos compañeros de estudio, antiguos profesores, actuales y anteriores compañeros de trabajo, clientes presentes, pasados, y seguramente también futuros, gente que si no hubiera sido por la red, nunca habría podido relacionar unos con otros. Estos prescriptores son los futuros líderes de la opinión, pero lo más novedoso es que ahora más que nunca, cualquier persona mortal puede pasar en pocos días o meses a convertirse en prescriptor social, y sin necesitar el aval de un empresario, un grupo de medios, o una organización política. ¡Si hace apenas 12 meses, apenas había españoles en Facebook!
Todavía es difícil medir el impacto de este fenómeno en el resultado final de unas elecciones, pero sólo con abrir nuestros ojos, Internet nos permite ver y entender el poder de las masas, y la verdadera democracia en acción.
Son, en el momento de escribir este post, precisamente 2.364.399 los amigos o 'fans' de Obama en esta Red Social. Por primera vez, Facebook se ha convertido en una herramienta clave para llegar a los votantes, y principalmente a los jovenes, y el resultado será el primer Presidente virtual.
Para mí, que apenas veo la tele, el Obama virtual es el verdadero Obama. El real me parece secundario. No le he oído hablar apenas. En cambio, he encontrado sus lemas y eslóganes en Internet, he leído los mensajes de esperanza y cambio, me ha llegado una multitud de vídeos virales en los que cantantes de hip-hop dan su apoyo al que puede llegar a ser el primer Presidente digital de Estados Unidos.
Una de las principales expertas españolas en comunicación política online, Montse Fernández, ha seguido de cerca la campaña en Estados Unidos y las diferentes estrategias que han seguido los candidatos para recabar apoyos a través de Internet, o para conseguir que vayan a votar. Sólo ayer, los amigos de Barack en las redes sociales recibieron una notificación invitándoles a descargar una aplicación que les permitiera dar dinero a la campaña de Obama. Los simpatizantes que realizaran una segunda donación a través de la web tendrían la posibilidad de ganar entradas a la fiesta de la noche electoral.
Tal y como comenta Montse, el cuidado en hasta el último detalle, la calidad gráfica de los mensajes, y el esfuerzo por llegar a una audiencia perfectamente segmentada supone una verdadera revolución para la ciberpolítica.
Las redes sociales proporcionan a los partidos un control cada vez más directo sobre los mensajes que transmiten a sus electores, aprovechan el poder de la comunidad para que estos mensajes se multipliquen y lleguen a través del 'boca a oreja' a un número cada vez mayor de usuarios. Se trata de una plataforma en la que los usuarios pueden transmitir libremente sus ideas políticas, y en la que se elimina el factor 'tabú' que tenían las conversaciones sobre política en el mundo real. Se prolifera la figura de 'prescriptor' online, sea un blogger, un twittero o simplemente una persona con una gran 'huella social' en Internet, que influye en numerosos subgrupos y subcomunidades dentro de la gran aldea global que es Internet 2.0.
Cuando reviso la lista de amigos de algunos de estos 'prescriptores' en Facebook, me asombra encontrar amigos míos, antiguos compañeros de estudio, antiguos profesores, actuales y anteriores compañeros de trabajo, clientes presentes, pasados, y seguramente también futuros, gente que si no hubiera sido por la red, nunca habría podido relacionar unos con otros. Estos prescriptores son los futuros líderes de la opinión, pero lo más novedoso es que ahora más que nunca, cualquier persona mortal puede pasar en pocos días o meses a convertirse en prescriptor social, y sin necesitar el aval de un empresario, un grupo de medios, o una organización política. ¡Si hace apenas 12 meses, apenas había españoles en Facebook!
Todavía es difícil medir el impacto de este fenómeno en el resultado final de unas elecciones, pero sólo con abrir nuestros ojos, Internet nos permite ver y entender el poder de las masas, y la verdadera democracia en acción.