¿Muerte al blog? ¡Ni vivo!


¿Se están muriendo los blogs? En las últimas semanas he leído numerosos artículos en prensa sobre la crisis en la blogosfera, sobre los incontables internautas que han decidido que la figura del 'bloguero' no era la suya y que en vez de seguir luchando por ganar audiencia, era mejor optar por la ciber'eutanasia'. Joaquín Moral, un blogger que para el alivio de los que regularmente leemos sus entradas de Desde el Scriptorium, no piensa tirar la toalla, recoge la opinión de Paul Boutin de Wired, de que la proliferación de las Redes Sociales ha hecho que los blogs parecen "taaaaaaan 2004". Según esta 'escuela de blogpensamiento', la blogosfera ha alcanzado tal punto de saturación que resulta harto imposible captar la atención de los internautas ante el auge de empresas de blog profesionales y medios online; y que las características multimedia de las redes sociales han hecho mella en los blogs textuales, que parecen ya anticuados.

La idea me sorprende, y por mi parte no me ha hecho plantear el abandono de mi blog, que ni que decir tiene, ni es profesional, ni tiene ánimo de lucro. De hecho, si hace unos meses parecía más práctico y rápido transmitir mis opiniones a través de herramientas como Facebook, Twitter o Tuenti, ahora son precisamente estas redes las que se han saturado y en cambio, el blog se mantiene como el medio más adecuado a la hora de segmentar mis audiencias, interactuar con personas afines, personal o profesionalmente, según unos criterios preestablecidos, y para analizar temas de una manera más analítica y seria.

En Facebook se reune todo el mundo, en los blogs en cambio, me comunico con compañeros de profesión, que comparten los mismos intereses. Sólo hay que comparar la calidad de los comentarios de los lectores que se publican a pie de artículo en los medios online con las 'conversaciones' entre personas con nombre y apellidos en la blogosfera para confirmar que éste sigue siendo la mejor forma de interrelacionarse y de analizar temas en mayor profundidad.

Es verdad que no voy a ganar un segundo sueldo por tener un blog, y tampoco que me voy a hacer famoso, pero no lo he pretendido nunca. Hay demasiados blogs y demasiada poca audiencia para repartirla entre todos. Sin embargo, como medio para conversar entre profesionales de un mismo sector, o como indica Joaquín, como una herramienta de comunicación corporativa, a los blogs les queda bastante camino por recorrer. Y ahora no son sólo texto, se pueden incorporar widgets de las redes sociales, herramientas que permiten a los lectores comunicarse en tiempo real con los bloggers, así como vídeo, audio o imágenes fotográficas.

En el futuro, los blog se convertirán en el 'dashboard' profesional de los internautas, su carta de presentación ante el mundo virtual, y si hay que competir por el interés de los lectores, mejor que mejor. Ningún medio me ha ayudado más, y en el mismo instante de su publicación, para identificar cuales de mis ideas o opiniones pueden ser de interés para un público más amplio. Es un aprendizaje continuo, y pretendo que siga así.

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