Transporte sostenible - El tren eléctrico
Leo en El País que el 45% de la red ferroviaria española está todavía sin electrificar. Invertir esta cifra supondría un ahorro importante para las empresas de transporte de mercancías y una reducción impresionante de las emisiones de CO2.
Los datos probablemente no sean excepcionales en comparación con los de otros países europeos. La red de alta velocidad española es la más grande de Europa y no hay que ir muy lejos para ver como en el Reino Unido la gran mayoría de los trenes de larga distancia que salen de Londres son de diésel. Sin embargo, se puede mejorar y mucho. Según el artículo, uno de los mayores escollos es que las líneas son de Adif, una empresa pública, mientras el material rodante para el transporte de mercancías se ha privatizado. Los que ahorrarían con el cambio son las empresas privadas, pero es la empresa pública la que tendría que invertir en electrificar las vías.
Desde luego, es otra prueba de que la privatización de los ferrocarriles no es la panacea. Los que la sufrimos en el Reino Unido lo sabemos muy bien. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, es un desastre, principalmente porque la decisión de viajar en coche, tren o avión, no debería guiarse por el mercado. Para solucionar nuestros problemas medioambientales, hay que trasladar cada vez más pasajeros y mercancías al ferrocarril y esto requiere inversiones, subsidios e incentivos. Al final, todo el mundo se beneficiará, especialmente los de las generaciones venideras.
Y si algún político cree que las políticas opuestas a la sostenibilidad van a ayudarnos a salir de atolladero, se equivoca. El coste económico será enorme y políticamente, será cada vez más difícil y costoso dar vuelta atrás.