¿En qué otro país...?
¿En qué otro país se llama 'nacionalista' a los que quieren romper la nación y no a los que la defienden?
¿En qué otro país se llama 'racista' a los que creen tener una identidad distinta a la que -a falta de otra palabra más idónea-según sus postulados pertenecen ellos, y cuando los únicos que utilizan la palabra 'raza' son los que -si fuera adecuada la palabra- pertenecerían a la 'raza mayor'?
¿En qué otro país los medios tachan día tras día en los titulares y a través de los portavoces de la corrección política de su propia ideología nacionalista a otro de 'racista' sin explicar en ningún momento por qué tal personaje es considerado de tal naturaleza, como si sólo con decirlo repetidas veces se convertirá en verdad? (Desconozco si tienen razón o no. No lo sé. No me lo han explicado.)
¿En qué otro país se olvida tan fácilmente el flirteo de un partido en ascenso con los mayores exponentes de la ultraderecha europea, pero nunca se olvidan de unos tuits puestos por otro, y que se sacan a la luz unos años después y con la misma rapidez que una grabación de un supermercado a una política en descenso?
¿En qué otro país son los jueces capaces de montar tal escándalo, tropiezo tras tropiezo, a la espera de que las respectivas judicaturas de sus socios entiendan su lógica torticera, encima presumiendo de las obras de sus propios servicios secretos en otros países de la UE, con la idiotez de Otto (Kevin Kline) en "Un pez llamado Wanda?
¿Y en qué otro país el antaño "Diario Independiente de la Mañana" se siente con la necesidad de traducir al inglés un número desproporcionado de artículos sobre un asunto político concreto, como si su labor no fuera informar a sus lectores sino convencer a los que ni lo son ni hablan su idioma?
Y, ¿en qué otro país se llega a Ministro o Presidente sin siquiera tener un título de primera categoría entregado por una institución solvente?
¿Quizás respondiendo a la última pregunta, encontraríamos la respuesta a las primeras. No se trata de avalar a unos o condenar a otros, simplemente señalar que lo 'normal', según la opinión de un servidor, sería intentar convencer con hechos y no con mentiras, y reflexionar un poco antes de hablar.