Mujeres a Medida
Leo hoy en El País que la prostitución se ha convertido en otra forma de ocio más para los jovenes.
No les quiero aguar las fiestas, pero me parece intolerable que hoy, en 2008, perviva el machismo entre las generaciones más jovenes, y que no tengan ningún miedo a participar en la cosificación de las mujeres, el negocio de la explotación sexual, y de las mafias de tráfico de mujeres.
Pero no sólo se trata de eso, sino de un problema mucho más profundo de una sociedad en la que lo único importante es el ego y que cualquier cosa que suponga un esfuerzo o algo de generosidad ya se considera superflua en un mundo en el que nos hemos vendido a las empresas.
Y lo más curioso es que los medios traten el tema de una manera fría, como si sólo fuera un cambio social que habría que asumir. A mí, personalmente, me revuelve las tripas, y aún más pensar que algunas de las personas que participan en este sucio negocio son los mismos que luego van cada domingo a la Plaza de Colón para 'defender la familia' con monseñores Rouco y Cañizares, para así salvar sus almas y quedar bien 'en sociedad'. ¿Será que también son los mismos que escriben los artículos de los periódicos o despotrican en las cadenas de radio tan a gusto de los obispos?
¡Qué mundo más hipócrita!
No les quiero aguar las fiestas, pero me parece intolerable que hoy, en 2008, perviva el machismo entre las generaciones más jovenes, y que no tengan ningún miedo a participar en la cosificación de las mujeres, el negocio de la explotación sexual, y de las mafias de tráfico de mujeres.
Pero no sólo se trata de eso, sino de un problema mucho más profundo de una sociedad en la que lo único importante es el ego y que cualquier cosa que suponga un esfuerzo o algo de generosidad ya se considera superflua en un mundo en el que nos hemos vendido a las empresas.
Y lo más curioso es que los medios traten el tema de una manera fría, como si sólo fuera un cambio social que habría que asumir. A mí, personalmente, me revuelve las tripas, y aún más pensar que algunas de las personas que participan en este sucio negocio son los mismos que luego van cada domingo a la Plaza de Colón para 'defender la familia' con monseñores Rouco y Cañizares, para así salvar sus almas y quedar bien 'en sociedad'. ¿Será que también son los mismos que escriben los artículos de los periódicos o despotrican en las cadenas de radio tan a gusto de los obispos?
¡Qué mundo más hipócrita!