Ni en Navidad paran las rotativas
La
tradición de no publicar los diarios el día 25 de diciembre tiene los días
contados. La proliferación de los libros
electrónicos está llevando a los periódicos a publicar una edición digital
el día de la Navidad con el fin de asegurar que todos los días del año los
suscriptores tengan algo para leer.
Sin
embargo, la oferta informativa, incluso el día 26, es más bien escasa. Leyendo
The Guardian en mi Kindle camino de la oficina esta mañana, el único artículo
que podía definir como noticia era la que informó de que Brasil finalmente
ha superado al Reino Unido como sexta
economía mundial. El resto de los contenidos fueron noticias recicladas con
la excusa de hacer un ‘resumen del año’, reportajes de poca monta sobre las
costumbres navideñas y concursos para los lectores para ver cuánta información
inútil han podido acumular dentro de sus cabezas a lo largo de los últimos 12
meses.
Mantenernos
al tanto de todo lo que ocurre en el mundo durante 364 días del año ya supone de
por sí bastante esfuerzo vista la enorme cantidad de contenidos con los que los
medios nos saturan de la mañana a la noche. Pues, tener un día libre en el que
podemos dejar la actualidad de un lado y releer un cuento de Borges, de Kafka o
de Joyce es uno de los pocos lujos que se mantienen en este mundo acelerado en
el que vivimos.
Los
periodistas –o por lo menos la mayoría de ellos– están de vacaciones de manera
que la mayor parte de la cobertura estos días tiene toda la pinta de haber sido
redactada hace semanas. ¿No sería, por tanto, razonable dar también un descanso
a los subeditores y a los diseñadores y dejarles disfrutar con sus familias
como todos los demás? A fin de cuentas, salvando sucesos de fuerza mayor, la
única actualidad del día de la Navidad la generamos nosotros mismos en nuestras
casas con nuestras familias, o en algunos casos, solos en el parque. Para todo lo demás, siempre nos queda mañana.